Wednesday, August 29, 2007

Acordate del rock nacional (Charly + La Trastienda)

Diez menos diez en una Trastienda colmada por las 600 personas que permiten las nuevas reglamentaciones. La excusa se llama Olvidate del Rock Nacional. Un telón de plástico transparente cubre el escenario y el público se impacienta por más de una hora de demora. Y ahí aparece una chica sobre el escenario. “Kill gil, último acto” escribe la muchacha con aerosol sobre el nylon. Y ahí aparece Charly García, con la guitarra colgada, y se sienta detrás del piano para empezar con No importa, tema de su, aún inédito, último disco. Casi como en un sueño, los grafittis se van dando lugar delante del músico y su banda que, mientras tanto, continúan presentando más temas de Kill Gil: King Kong, Pastillas, Corazón de Hormigón (escrita cuando García tenía nueve años), Los Fantasmas, In The City That Never Sleeps. Para el final de la primera parte, un Charly de increíble buen humor, decide homenajear a John Lennon con Watching The Wheels, canción perteneciente a Double Fantasy, último disco del ex Beatle lanzado en 1980.

Tras diez minutos de intervalo, Charly vuelve para presentar algunos de sus clásicos de siempre. Ya sin el telón de plástico, la segunda parte comienza con una interpretación perfecta de Demoliendo Hoteles y continúa con otras viejas conocidas como Vicio y No Llores Por Mí Argentina. Aunque también se escuchan algunas no tan conocidas (como Adela en el Carrousell) y otras no tan viejas (como Influencia, que el músico decide cortar en la mitad). Entre los temas se escapan algunas puteadas con destinatarios como Cristina Kirchner o Eduardo De La Puente, pedidos de liberación para Omar Chabán y citas a los Rolling Stones y a Led Zeppelín.
Tras una gran versión de Eiti Leda (con final con orquesta incluida), y luego de una interpretación intima de Desarme y Sangra con Charly solo en el piano, le toca el turno al último tema de la noche.
Cerca de la Revolución cuenta con el acompañamiento de Juanse, cantante de los Ratones Paranoícos y juntos terminan arrojándose al público (en un acto tradicional del Rock) para cerrar un show increíblemente prolijo tratándose de Charly García. Casi como en un sueño.

No importa si este recital no confirmó el lanzamiento del esperado Kill Gil, lo que importa es que este hombre hizo una presentación realmente distinta a la de los últimos años, esta vez Charly fue el de antes. Ya habrá tiempo para pegarle a los sonidístas en algún otro concierto.

1 comment:

MSR said...

No había leído nada del recital de Charly y supuse que había sido como todos los demás (esta vez sin golpes)... tu crónica me demostró lo contrario ;)