Tuesday, February 26, 2008

Ojalá que llueva café

Casi 24 horas antes de mi decimonoveno cumpleaños, salí del mi segundo concierto en el teatro Gran Rex. Café Tacuba (ahora, Tacvba) llegaba a Buenos Aires para su tercer serie de conciertos de Sino. Luego de cerrar una noche del Pepsi Music, después de 3 Trastiendas con precios altisimos (80 la más barata, demasiado para una banda latina), los mexicanos llegaron a un escenario al que estan acostumbrados. A ver: hace rato que se viene diciendo que es una de las mejores bandas de latinoamerica, lo que sin duda no es mentira. ahora, ¿a qué se debe? En principio a la figura de su frontman Rubén Albarran: magnetico, carismatico, divertido, es capaz de levantar a la banda más pedorra y al público más adormilado. Cantante del 80% de los temas, baila como si fuera la última noche de su vida, salta, se rebolea de un lado al otro del escenario: mi frontman preferido.
Por otro lado tenemos a un enorme baterista que, por alguna extraña razón, no figura en los creditos ni en las fotos publicitarias de la banda. El quinto tacubo (creo que se llama Luis Ledezma...) se integró a la banda recién el año pasado, pero la descose y mejora la horrible imagen que dejan el guitarrista principal y el bajista (creo que Enrique y Joselo Rangel). El tercer punto que caracteriza a Café Tacvba es la variedad, la capacidad de mutar en miles de formas y colores: tiernos skas, derivados de música azteca, hip hop y, por supuesto, el más clásico rock. Todo mezclado con todo. Y además están las letras: divertidas, cariñosas, sociales, politicas, inteligentes, estúpidas. De todo.
El concierto fue impecablemente profesional, todo en su medida justa, y pasaron clásicos de todas las épocas, temas de Re, Avalancha de exitos, cuatro caminos y, por supuesto de Sino. El verdadero problema estuvo en el lugar. Si bien la puesta en escena basada en excelentes efectos luminicos combinados con pantallas de leds y esos tubitos de colores que están de moda y jamás supe cómo diantres se llaman, estaba bien linda, Café Tacuba en un teatro es como ver Sweeney Todd con un flaco al lado que cado 5 minutos mira la hora en su celular super luminoso y suspira muy fuerte como si dijera "mierda, donde carajo me metí???" (sí, me pasó) (by the way, excelente pelicula). El lugar no deja disfrutar demasiado, los asientos molestan, la gente se para y se sienta continuamente... en fín, la próxima al aire libre.

3 comments:

Agus said...

che.. feliz año atrasado!!! nos vemos pronto por los pagos de tea ;)
besos

Agus said...

feliz cumpleaños, me distraje vio usted

MSR said...

No, creo que no es nadie de mi familia... y si lo fuera, qué choto que se llame igual que yo! jaja!
Me uno al saludo de Agus, aunque no sepa cuándo fue tu cumple :D
Nos vemos el lunes, colega