Sunday, February 3, 2008

lo prometido

Sábado, 19 de Enero / Mar de Ajó / Los Cafres (19:30)
Diagonal Rivadavia y Av. Costanera


Por razones que no viene al caso mencionar no voy a hablar del show de catupecu machu en la costa, sólo voy a decir que me gustó. Aunque no varíen demasiado su repertorio, tienen una formula constante (y sumamente potable) que de alguna forma los acerca a un público masivo.
Ok, en realidad quería hablar de lo que hicieron Los Cafres en Mar de Ajó. Recital gratis + gente al pedo + playa = entrenemiento de un par de horas. Pero a esta banda, que ha sabido llenar Luna Parks, la ecuacón no les cerró. El reggae está asociado culturalmente al mar y a la playa, y es lógico que suene bien frente al mar y con los pies en la arena, pero sin marihuana en el sistema circulatorio, la música de los cafres es horriblemente monotona, las canciones parecen no terminar nunca y Bonetto pretende hacerse pasar por jamaiquino lanzando palabras al azar en un inglés incomprensible, lo que hace que el show resulte aún más estúpido. Incluso cuando se alejan medio milimetro del intento de falsificar a los Wailers mediante el uso de sampleos y otros artilugios electrónicos, no logran despegar demasiado. Las canciones de hace 10 años suenan igual que las nuevas, lo que demuestra que no sólo no han cambiado sino que no han mejorado. Para colmo el grupo, que sabía que el grueso de la gente que los había ido a ver en Mar de Ajó no hubiera pagado jamás una entrada, ni siquiera pudo limitarse a sus éxitos. Obviamente no faltaron "si el amor se cae" ni "aire", pero la mayoría del repertorio resultó desconocido para gran parte del público.

En los 60 se decía que el rock sólo podía existir en inglés y hasta hubo bandas latinas que cantaban en aquel idioma. Luego el rock latino tomó su propia forma, alejándose de norteamerica e Inglaterra y entonces se pudo cantar en español. Los Cafres pretenden hacer Reggae en castellano imitando la formula original jamaiquina (por eso el inglés forzado de su líder), por eso fallan, por eso aburren y por eso suenan forzados y hasta falsos. Quizás si se alejaran y dejaran de imitar, podrían formar su propio estilo. Pero, por ahora, Los Cafres no están más cerca de renovarse que de llenar ocho estadios de River.

1 comment:

Diseño y Planificación Comunicacional said...

Estuve en Mar de Ajó y me cagué en Catupecu, a Cafres me hubiera gustado ir a ver...