Próxima estación: Esperanza (Begin to Hope + Regina Spektor)

¿Cómo hizo esta rusita que vive en Nueva York para convencernos de que era una niña inocente cuando sus canciones hablan de cocaína y sexo? Serán sus ojitos celestes, el video tierno de Fidelity y la letra de esa misma canción con el cual se dio a conocer: “oigo en mi cabeza todas estas palabras / oigo en mi cabeza toda esta música / y me rompe el corazón” Nos engañó a todos y, encima, nos encajó uno de los mejores discos del año. Begin to Hope es el cuarto disco de Regina Spektor y sus canciones son como péndulos que oscilan desde el blues melancólico de Lady al pop-rock de Hotel Song, siempre con un piano como acompañante y su maravillosa voz que recuerda a los viejos musicales de Disney y al R&B de los noventa al mismo tiempo.
Se destacan también el intento de rock (¿cómo podría hacer rock con esa voz tan suave?) de Better y el lamento lento de solo piano que parece extraído de una película de los 50 en Summer in the city. That Time quizás sea el tema más sorprendente, al menos para quienes imaginábamos encontrar letras de amor al estilo Tracy Chapman. En esta canción Spektor habla de alcohol, sexo, cigarrillos y mandarinas (si, mandarinas: Hey, recuerda ese mes cuando solo comía cajas de mandarinas / tan baratas y jugosas / mandarinas) dejando bien en claro que no es ninguna niña. En Apres Moi la melodía suena tan poderosa que parece haberse escapado de una vieja canción de la revolución rusa (más allá del idioma con que se le da nombre).
Musicalmente el disco es perfecto. Si bien los instrumentos quedan de lado frente a la voz, logran acompañarla perfectamente en melodías que parecen simples a primera vista (¿a primera escucha?) pero incluyen cuerdas, percusión, sampleos, batería, saxo y un gran etcétera.
¿Comienza la esperanza? Será hora de abrir cancha para esta rusita picara que nos engañó a todos.